- ¡Una vida, es una vida! Independientemente de su preferencia sexual. Aunque Dios no le agrada el pecado, definitivamente ama a su hijo aun siendo un pecador.
¿Abortarías a tu hijo Gay?
Actualmente en la Republica Dominicana se debate en el Congreso sobre la aprobación o no del aborto bajo tres causales.
1. Violación o Incesto.
2. Si el niño pone en riesgo la vida de la madre.
3. Mal formación o incompatibilidad con la vida.
Sin embargo este tema del aborto es tan extenso y profundo que nos robaría la idea principal.
En medio del debate de las 3 causales, un joven me escribe a través de mis redes, la siguiente interrogante:
- Y si una Madre pudiera saber si su hijo será Gay desde el vientre, ¿También defendería la vida?
Este fue un tema al que yo como Padre de 3 hijos (de sexo masculino) de inmediato le respondí:
- ¡Una vida, es una vida! Independientemente de su preferencia sexual. Aunque Dios no le agrada el pecado, definitivamente ama a su hijo aun siendo un pecador.
En medio de los cambios sociales con relación a las preferencias sexuales, le pido a Dios que cada uno de nuestros hijos pueda llevar un estilo de vida acorde a sus preceptos.
Luego el mismo joven vuelve y me dice, que lamentablemente su experiencia dentro de la iglesia no ha sido nada fácil por el constante dedo acusador.
Aquí definitivamente iniciamos a ver el punto de vista meramente bíblico.
Como primer punto te quiero decir que aunque parezca cliché hay una verdad absoluta que nadie, repito, nadie puede borrar. Es que Dios te ama por sobre todas las cosas, JUAN 3:16.
Sin embargo como segundo punto, el modelo de pareja que Dios nos propone a través de su palabra es el siguiente:
Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. (Génesis 1:27)
Luego de definir el tipo de pareja que quiere, en un tercer punto nos da como mandato divino la reproducción.
Y los bendijo Dios con estas palabras: «¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y llenen la tierra! ¡Domínenla! ¡Sean los señores de los peces del mar, de las aves de los cielos, y de todos los seres que reptan sobre la tierra!» (Génesis 1:28)
La reproducción solamente es posible en esencia a través del hombre y la mujer. Aunque la ciencia haga todos los métodos posibles, al final siempre necesitará del fruto del hombre y la mujer. Todo lo demás es obra del hombre.
Ahí es donde nuestros queridos hermanos que están librando una batalla entre la carne y el espíritu, se preguntan constantemente, ¿y qué hago si amo a Dios pero esto que llevo dentro es tan fuerte?
Les recomiendo que acompañen a Pablo en su batalla constante con el Aguijón en la Carne (2 Corintios 12: 1-13).
Esta batalla de Pablo nos enseña que los humanos tenemos una debilidad de la carne con la cual batallamos constantemente. Pero que por la gracia de Dios hemos recibido una fortaleza espiritual.
En ningún momento Dios prohíbe a sus hijos tener una relación con Él, más bien nos invita a que le sigamos con nuestras cruces, a pesar de ellas.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. (Mateo 6:24-25)
También de este versículo vemos cuando Dios nos invita a negarnos a nosotros mismo, o sea, a fortalecer nuestro espíritu de modo que la carne no sea quien nos lleve a rastras por la vida. Para que sepas cuando estas actuando según la carne y cuando actuamos según el espíritu te invito a que busques en tu biblia Gálatas 5:13.
¡Un fuerte abrazo!
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